-
Tanto para una transición pacífica a la democracia. Estas fueron las escenas
-
fuera del edificio del gabinete un día después de que millones de egipcios
-
votaran en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias. Horas después
-
de que los centros de votación cerraran la noche del jueves, las fuerzas de seguridad
-
del Estado atacaron la sentada fuera del edificio del gabinete,
-
desalojando a los manifestantes hacia una avenida cercana.
-
AHMED HASSAN ABDEL AZIZ, ESTUDIANTE: Esto sucedió anoche. Tomamos a alguien
-
que fue finalmente liberado de los militares. Tomaron uno de los nuestros llamado Aboudi
-
Le retuvieron una hora. Después de una hora de detención, llevamos a Aboudi al Hospital
-
Mouneera. Volvimos por la mañana para encontrar el Ministerio en llamas, y estaban lanzándonos rocas.
-
Trajeron a los matones de Abedeen y vistieron a los soldados con ropa de civil.
-
Soldados en lo alto de un edificio ministerial bombardearon a los manifestantes que estaban
-
en la calle con una lluvia de piedras y botellas de vidrio.
-
SHARIF MASOUB MAHMOUD, DESEMPLEADO: De repente, según nos estábamos dando la vuelta,
-
vimos porras y rocas volando hacia nosotros. Los oficiales nos lanzaban
-
rocas desde la parte superior del edificio. La mayoría de nosotros tiene hambre y no puede
-
permitirse el lujo de alimentar a nuestros hijos, y al mismo tiempo preferiríamos morir
-
antes que dejar de buscar justicia para nuestros compañeros mártires. Dos de mis amigos están muertos.
-
Seguiré repitiéndolo: ¡Hemos estado bajo el gobierno militar 30 años! ¡Egipto no es un Estado militar!
-
Por la tarde, hombres de paisano reemplazaron a los soldados en las azoteas de los edificios del Gobierno,
-
aunque los manifestantes dijeron que simplemente habían arrojado sus uniformes.
-
Llovieron rocas sobre la muchedumbre abajo mientras soldados uniformados lo contemplaban,
-
aparentemente supervisando la batalla. Los manifestantes lucharon con piedras y cócteles Molotov
-
Los manifestantes trabajaron juntos para arrancar piezas de hormigón con las que defenderse.
-
Las mujeres recogían las rocas y las llevaban a las líneas del frente. Durante casi tres semanas,
-
los manifestantes habían protagonizado una sentada fuera de las oficinas del nuevo Primer
-
ministro de Egipto, Kamal Ganzouri y su gabinete. Incluso mientras la ocupación de la Plaza Tahrir
-
se consumió hace una semana, cientos de egipcios mantienen la sentada ante el gabinete
-
exigiendo la retirada inmediata del régimen militar. Los manifestantes insisten en que
-
las elecciones y el nombramiento del nuevo primer ministro están diseñados para dar
-
la apariencia de una transición a un régimen civil, mientras que el Consejo militar retiene el poder.
-
AHMED EL GAWHARY, MANIFESTANTE: Estoy boicoteando las elecciones. Estas elecciones
-
deben celebrarse bajo condiciones adecuadas. La semilla que se plante tiene que ser en tierra fértil
-
y no en el suelo sucio.
-
Los ataques violentos contra los manifestantes desde la caída del ex Presidente Hosni Mubarak
-
han sido frecuentes. En ocasiones, el ejército ha logrado aplastar las manifestaciones. Pero otras
-
veces, sus medidas opresivas han sido contraproducentes, y sólo han servido
-
para inflamar la resistencia popular.
-
MOHAMMED ALI HASSAN, ELECTRICISTA: Vi a cuatro soldados y dos policías agarrar
-
a una mujer y arrastrarla. Cuando traté de protegerla, me golpearon. Un joven me levantó
-
y me dio una descarga eléctrica en el pecho.
-
Quienes luchan contra las fuerzas de seguridad del Gobierno han desarrollado sus propias
-
tácticas de defensa, usando todo lo que tienen a su disposición.
-
Moto ambulancias se abrieron camino a través de la multitud para recuperar a los heridos,
-
una táctica utilizada durante la batalla de la calle Mohammed Mahmoud el mes pasado.
-
Una clínica de calle estaba inundada con los heridos, entre ellos el corresponsal de The Real News, Reed Lindsay.
-
Ahora, lo que vemos aquí es un hospital improvisado. Los médicos y los sanitarios de campo
-
pueden instalar una clínica casi inmediatamente cuando se produce la violencia
-
Como pueden ver, esto es una gran clínica que abarca desde un lado de la calle a otro
-
para ingresar a todos los heridos que llegan. Pero a diferencia de la última vez,
-
no hay ningún gas lacrimógeno aquí. La mayoría de los heridos que vienen lo son por el lanzamiento de rocas
-
y de tubos de metal desde la parte superior de la Secretaría de gabinete por quienes
-
la gente identifica como matones y quienes muchos afirman que se trata de oficiales del ejército vestidos con ropas civiles.
-
Durante la oración de la tarde, el ejército comenzó a disparar ráfagas de munición real contra la multitud,
-
matando a por lo menos tres personas, incluyendo un joven médico y a un prominente Jeque islámico.
-
SIN IDENTIFICAR: ¡Aquí está la bala! ¡Aquí está! ¡Los militares la dispararon! ¡Dio en la calle, gracias a Dios!
-
Él quiere que me vaya a casa con mis hijos! ¡Mariscal de campo, no vamos a dejarles en paz!
-
¡Somos los revolucionarios de Tahrir!
-
SIN IDENTIFICAR: Esta mañana había munición real. Hubo momentos en que los agentes
-
utilizaron sus pistolas y nos dispararon con munición real.
-
Hasta el sábado (17 de diciembre) por la noche, nueve personas fueron reportadas muertas
-
y cientos más heridos. Hasta altas horas de la tarde, las fuerzas del Gobierno siguieron su batalla
-
contra los manifestantes a lo largo de la avenida principal fuera del gabinete. Manifestantes heridos
-
continuaron inundando las clínicas improvisadas hasta bien entrada la noche. Esta clínica abrió
-
a medianoche en la entrada de un banco y comenzó a recibir pacientes inmediatamente.
-
ISMAA FAHMY, MÉDICO: El Gobierno se disculpó por los incidentes en la calle Mohammed Mahmoud.
-
Pero ahora están cometiendo el mismo error. Y la gente tiene razón para estar furiosa.
-
No se puede confiar en el Gobierno, y no podemos implicarnos con ellos de nuevo. Así que,
-
basándome en lo que ha estado ocurriendo, creo que los revolucionarios tienen razón.
-
Los médicos voluntarios y trabajadores sanitarios que están aquí atendieron a los heridos en la Plaza Tahrir
-
durante la revolución de enero y luego nuevamente durante el levantamiento de noviembre. Trasladaron
-
su clínica desde la Plaza de Tahrir dos semanas atrás y la montaron en la sentada del gabinete. Después de
-
que esa clínica fuera destruida por las fuerzas de seguridad, se reubicaron aquí. Pero esta vez duraron
-
sólo unas horas antes de ser una vez más expulsados por los soldados. Antes del amanecer, los
-
manifestantes fueron expulsadosa la Plaza Tahrir, a sólo dos cuadras de distancia. Decenas de matones
-
del Gobierno aparecieron en un edificio de Gobierno cercano y apedrearon a los manifestantes lanzando rocas.
-
El recién nombrado primer ministro Kamal Ganzouri culpó a fuerzas externas de la violencia e insistió en
-
que la policía militar ha ejercido la auto-contención en el trato con los manifestantes,
-
una afirmación que ha sido ridiculizada aquí en la calle.
-
FADY, MANIFESTANTE: Mientras caminábamos observando a las personas, vimos un montón de
-
matones lanzando rocas bajo la protección del Ejército. Nos preguntamos cómo es que los militares
-
no solamente permanecían en silencio observando esto, sino que también les ayudaban a golpearnos.
-
Poco después de que el primer ministro terminó su emisión nacional, el ejército, la policía y matones de
-
paisano se avalanzaron sobre la Plaza Tahrir, golpeando y arrestando a cualquier persona
-
a la vista, destruyendo las tiendas de campaña y las clínicas improvisadas, y atacando tanto a los médicos
-
como a los periodistas. Pero las protestas alrededor de la Plaza tronaron todo el día,
-
mientras las procesiones de los funerales se abrían paso hacia Tahrir.
-
Jihan Hafiz, corresponsal de The Real News en El Cairo, Egipto.