(Habla el capitán del avión) Japón, es todo lo que imaginaba que sería. Amable, tranquilo, superpoblado, una Meca de la alta tecnología. [Varias marcas japonesas] todas ellas nutridas de energía nuclear. Algunos dicen que es la más alta expresión de la civilización industrial El 11 de Marzo de 2011,un poderoso terremoto dañó el sistema de enfriamiento de la planta nuclear Daiichi en Fukushima. Causando el sobrecaliento de los reactores y, posteriormente, su fusión. Liberando peligrosos materiales radioactivos en el aire y en el agua, estos materiales radioactivos pueden tener efectos dañinos duraderos en millones de personas, incluyendo cáncer. Y pueden dejar grandes áreas geográficas inhabitables por décadas. Ésta es la historia de un país en una encrucijada. Donde la tecnología y la innovación son los logros orgullosos de una nación después de la guerra. Un relato sobre cómo el gobierno y las industrias trabajan codo a codo, para cegar a la población sobre los peligros de la radiación. Pero más importante, esta es la historia de un variado grupo de alborotadores que ha comenzado un movimiento masivo anti-nuclear, en un país donde la disidencia está mal vista. Ésta es una historia de resistencia, para detener los derrames de radiación Estoy aquí para promocionar mi película END:CIV, que propone que toda esta proeza tecnológica, aquello que la sociedad Japonesa considera una prueba de su éxito, debería desmantelarse, para salvar lo que queda de la naturaleza en el planeta. Hace nueve meses, muchos Japoneses habrían pensado que estoy fuera de mis cabales, pero la realidad de la crisis nuclear de Fukushima, ha hecho que algunas personas lo reconsideren. Tenemos que saber que nuestra civiliización produjo las plantas de energía nuclear. También produce plutonio. La civilización que nosotros, los seres humanos, hemos creado, terminó por desatar un desastre. Es un serio, ya saben... problema. Tenemos que cambiar nuestra forma de vida. Y aunque parece una gran resolución, para mucha gente es una meta importante en su vida. Pero antes de contarles la historia de la peculiar banda de héroes del movimiento anti-nuclear, he aquí algunos datos no muy fortuitos: 1: En Agosto de 1945, EEUU atacó las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki con dos bombas nucleares llamadas Fat Man y Little Boy. Matando a más de 100.000 personas. 2: Hacia 1950, alrededor de 200.000 personas en Hiroshima y Nagasaki murieron de enfermedades relacionadas con la radiación o sus efectos secundarios. 3: En 1954, el criminal de guerra Matsutarō Shōriki, dio inicio al programa japonés de energía nuclear, con el apoyo de EEUU, mientras trabajaba para la CIA. También se le atribuye a Shōriki la introducción del béisbol americano, y la televisión comercial a Japón. 4: La amenaza de la radiación nuclear está profundamente arraigada en la cultura japonesa, memorable por la saga de Godzilla, y por la película animada de Akira. 5: En Japón, la policía puede arrestarte y retenerte sin cargos hasta 23 días. 6: Alrededor de 30.000 personas se suicidan cada año en Japón, una de las tasas de suicidio más altas del mundo. Este último dato contribuyó a explicar por qué Wataru Tsurimi, el hombre sentado a mi lado, escribió el libro titulado "El Manual Completo del Suicidio". Una detallada guía ilustrada de cómo terminar con tu vida. Aparentemente, los niveles de depresión en Japón son tan altos que a pesar de la introducción de anti depresivos, la tasa de suicidios no parece haber disminuido. A lo largo de mi estancia aquí, la pregunta que me abrumaba era ésta: Con toda esta riqueza y tecnología, ¿por qué la gente en Japón es tan infeliz? Nah... quiten eso. La pregunta era: si los logros de la industrialización están destruyendo el alma y la salud de los japoneses, ¿valía la pena el riesgo de alimentar al país con plantas nucleares? Mientras escribo esto, el gobierno japonés anunció que el derrame fue finalmente contenido. Eso es, casi nueve meses después del desastre. Nueve meses de contaminación radioactiva escapando hacia la atmósfera del planeta, en caso de que creas que el gobierno está diciendo la verdad. Pero, ¿qué tan malo es? A juzgar por la vida en la ciudad de Fukushima, no puede ser del todo malo. Al caminar por la ciudad uno tiene la sensación de que todo es lo mismo de siempre. Además, la ciudad de Fukushima está a unos 80 Km. de la planta nuclear, mucho más lejos de la zona de evacuación de 20 Km. reglamentada por el gobierno. Pero el problema con la radiación es que es invisible e inodora. Así que es fácil que la gente se olvide que sus cuerpos son atacados por partículas radioactivas. Wataru Iwata es un músico profesional. Después del desastre dejó su hogar en Tokio y viajó al sur hacia Kioto, por miedo a estar expuesto a la radiación Planeaba dejar Japón permanentemente, pero su conciencia le ganó y en lugar de escapar, se trasladó a la ciudad de Fukushima, y ayudó a fundar la Estación Ciudadana de Medición de Radioactividad. Un grupo dedicado a medir los niveles de radiación en alimentos y en humanos. Después del accidente, el gobierno estableció una zona de evacuación de 3 Km, luego pasaron a ser 5 Km, y luego 10 Km, y se detuvo en 20 Km. Y luego el gobierno dice: "Está bien, es seguro". Cuando conocí por primera vez a Wataru me mostró unas medidas en un centelleador plástico, y me dijo que la radioactividad del medio ambiente aquel día era 6 veces mayor de lo que es seguro para los seres humanos. La de la tierra alrededor de 16 veces mayor, y la del agua casi 18 veces. Sin embargo, los niños siguen jugando en la tierra, las madres siguen colgando la ropa al aire libre, y el gobierno sigue desempeñando el papel de que "todo está bien". Quiero que la gente evacúe, si puede. En especial la gente que tiene niños, niños pequeños. Hoy me reúno con varios activistas anti- nucleares en Chiyoda, una sección de Tokio que alberga muchos edificios gubernamentales y también es sede de Tepco, dueño de la planta nuclear de Fukushima, Daiichi. Estamos aquí porque uno de los miembros más importantes del movimiento anti-nuclear ha sido liberado de la cárcel. El activista no quiere revelar su nombre y simplemente se identifica como "A". (Gritos) "A" fue arrestado en una manifestación anti- racista mientras llevaba una pancarta anti-nuclear. Fue retenido sin cargos por doce días, y el día en que fue liberado, debería asistir a una audiencia en la que el Estado sostendría que fuese retenido por once días adicionales. Así que sus camaradas están sorprendidos y entusiasmados cuando es liberado. Una celebración improvisada tiene lugar a una cuadra, en frente de la sede de Tepco, donde los activistas tienen instalado un campamento de protesta desde marzo. Dijo que el motivo por el que el Estado trata de quebrar el movimiento anti-nuclear, es que ha unido y conectado a todas las luchas sociales en Japón, creando un movimiento masivo. También dijo que piensa que el gobierno japonés no satisfará las demandas del movimiento antinuclear, que incluye el fin de la energía nuclear en Japón. (Música) Koragi, 10 de abril de 2011. Exactamente un mes después del desastre nuclear, más de 15.000 personas forman parte de una gran manifestación para exigir el fin de la energía nuclear. Es por esto que el gobierno está tan asustado. Para ponerlo en su contexto, no ha habido un movimiento de protesta popular tan grande en Japón desde los años 70. Con un breve repunte en el período previo a la guerra de EEUU contra Irak. El activismo no se ve con buenos ojos en la sociedad japonesa, así que una manifestación de aun 1.000 personas es un evento significativo. El mismo grupo que organizó esta manifestación musical, ha convocado a números similares todos los meses desde el primer mes. Los organizadores de estas significativas manifestaciones musicales son una variedad de colectivos independientes. El HRP, así como personas de un sitio llamado Korangi, que es el lugar de Shiroto no Ran. Y sí, básicamente... ninguna ONG está involucrada. El último grupo que Kaori mencionó, Shiroto no Ran, se traduce como Disturbio de Aficionados. Amateur Riot no es el típico grupo activista, sino un colectivo de personas que abrió una docena de tiendas en el barrio de Korangi. Las tiendas van desde bares y restaurantes hasta tiendas de reciclaje, como la que opera este señor. Ése es Hajime Matsumoto, uno de los fundadores de Amateur Riot. Explica que los espacios públicos han ido desapareciendo rápidamente en Tokio. Así que operar tiendas es para ellos una manera de recuperar espacio, y de tener múltiples lugares para socializar y planear sus acciones. Uno de los espacios que han sido decisivos para el éxito de las protestas anti-nucleares es el Asilo del Ritmo Irregular. Durante los últimos nueve años Narita Keisuke ha dirigido el diminuto infoshop anarquista que también funciona como un restaurante improvisado, sala de reuniones y taller de diseño de páginas web, en el distrito de Shinjuku. También sede de la mayor manifestación popular anti-nuclear hasta la fecha. (Música) Algunos quieren olvidar la radiación, para poder regresar a su vida cotidiana. Sentimos un enorme temblor por el terremoto, pero fue sólo en ese momento que sentimos que era una emergencia o que estábamos en peligro. Y ahora todo ha regresado a la normalidad, todos están consumiendo, consumiendo, consumiendo... Y solamente queremos crear conciencia de que ésta no es la situación normal que era, y que estamos viviendo en un país contaminado por la radiación. Es un movimiento sin compromisos. Queremos cerrar todas las plantas nucleares del Japón y nunca dejar que se vuelvan a abrir jamás. Estas manifestaciones musicales han activado a los jóvenes, que son nuevos ante cualquier forma de disidencia, y han dado a la gente de Japón un vistazo a lo que pueden alcanzar cuando se mantienen unidos. Aunque los movimientos de base anti- nucleares en Japón están en su infancia, la gente con la que hablé realmente piensa que pueden detener la energía nuclear en su país. Para quien dude que sea posible, sólo basta con mirar al movimiento anti-nuclear alemán, que después de masivas protestas que siguieron el desastre de Fukushima, presionó suficientemente al gobierno para efectivamente terminar con la energía nuclear. Narita Keisuke resume la "se puede" pero irreverente actitud de sus camaradas, con esta frase: "Señores y señoras, aún no han visto nada". Para ayudar a hacer Reportaje #3 una realidad, visite stoptheflows.com Escrito, producido, grabado y editado por Franklin López Grabación de protestas por cortesía de Yuki Nakamura