Cuando me invitaron a dar
esta charla, hace un par de meses,
discutimos sobre varios posibles títulos
con los organizadores.
Se presentaron y discutieron
muchos títulos diferentes
pero nadie sugirió este
que ustedes ven aquí hoy.
La razón de eso fue que, dos meses atrás,
El Ébola estaba creciendo exponencialmente
y expandiéndose en áreas geográficas
más grandes de lo que jamás se había visto
y el mundo estaba aterrorizado, preocupado
y alarmado por la enfermedad,
como no se había visto
recientemente en la historia.
Pero hoy puedo pararme aquí y puedo
hablarles sobre vencer el Ébola
gracias a personas de las
que nunca han escuchado,
personas como Peter Clement.
un doctor liberiano que está trabajando
en el Condado de Lofa,
un lugar en Liberia que muchos
probablemente no saben que existe.
La razón por la que el condado de Lofa
es tan importante
es porque hace unos cinco meses,
cuando la epidemia empezaba a expandirse,
el condado de Lofa estaba justo
en el centro, el epicentro de la epidemia.
En ese momento MSF y
el Centro de Tratamiento del área
veían docenas de pacientes,
cada día.
Estos pacientes, estas comunidades,
estaban cada vez más aterrorizadas
con el paso del tiempo, con este mal
y con lo que le hacía a sus familias,
a sus comunidades, a sus niños
y a sus familiares.
A Peter Clement se le encargó conducir
el largo y duro camino de 12 horas
desde Monrovia, la capital, hasta
el condado de Lofa;
para intentar y ayudar a llevar el control
a la creciente epidemia allí.
Lo que Peter Clement encontró al llegar
fue el terror que acabo de mencionarles.
Así que se sentó con los jefes locales
y escuchó;
Y lo que escuchó era realmente doloroso.
Escuchó sobre la devastación y
desesperación de las personas
afectadas por la enfermedad.
Escuchó las desgarradoras historias,
no solo sobre el daño que
hacía el Ébola a las personas,
pero también lo que le hacía a las
familias y a las comunidades.
Él escuchó a los jefes locales
y lo que le dijeron --
Dijeron: "Cuando nuestros niños están
enfermos, cuando están muriendo
no podemos abrazarlos un momento,
cuando más cerca queremos estar a ellos.
Cuando nuestros familiares mueren,
no podemos cuidarlos como es la tradición.
No se nos permite lavar los cuerpos
para enterrarlos,
de la forma que nuestras comunidades
y rituales demandan.
Y por esta razón,
estaban profundamente perturbados
y alarmados.
La epidemia entera se estaba
desenvolviendo frente a ellos.
Las personas empezaban a dudar
de los trabajadores de la salud,
los héroes que habían llegado
a ayudar a salvar a la comunidad.
Vinieron a trabajar con la comunidad
y no podían tener acceso a ella.
Lo que sucedió después fue que
Peter explicó a los líderes.
Los líderes escucharon.
La situación cambió.
Peter explicó qué era el Ébola.
Él explicó qué era la enfermedad.
Él explicó que le hacía
a sus comunidades,
explicó que el Ébola amenazaba todo
lo que nos hace ser humanos.
Ébola significa que no se puede abrazar
a los niños como antes,
que no se puede enterrar
a los muertos
Tienen que confiar en esas personas con
trajes espaciales para que lo hagan.
Damas y caballeros,
lo que sucedió después,
fue extraordinario:
La comunidad, trabajadores de la salud y
Peter, se sentaron juntos
y crearon un nuevo plan para controlar
el Ébola en el Condado de Lofa.
La razón por la que esta historia
es tan importante,
damas y caballeros,
es porque hoy en día, este condado,
que está justo en el centro de
esta epidemia que han estado viendo;
que han visto en los periódicos,
y que han estado viendo en la televisión.
Hoy, el condado de Lofa, está a casi ocho
semanas, sin ver un solo caso de Ébola.
[Aplausos]
Esto no significa que el trabajo
haya terminado, obviamente.
Aún hay un enorme riesgo
que hayan casos adicionales ahí.
Pero lo que nos enseña es que
el Ébola se puede vencer.
Esa es la clave.
Incluso en la escala,
incluso con el rápido crecimiento
que observamos en este ambiente,
sabemos que el Ébola puede ser vencido.
Cuando las comunidades se unen a los
trabajadores de salud y trabajan juntos,
ahí es cuando la enfermedad puede ser
detenida.
¿Pero cómo fue que el Ébola llegó
al condado de Lofa en primer lugar ?
Bueno, para eso tenemos que retroceder
12 meses, al inicio de la epidemia.
Como muchos de ustedes saben
el virus no había sido detectado.
Cuando inició la epidemia
llevaba tres o cuatro meses;
debido a que no es una
enfermedad del este de África,
sino una enfermedad del centro,
a medio continente de distancia.
La gente nunca la había visto;
trabajadores de la salud
no la habían visto antes.
Ellos no sabían con qué estaban lidiando.
Y para hacerlo aún más complicado,
el virus estaba causando un síntoma,
un tipo de presentación,
que no era típica de la enfermedad.
Así que incluso las personas que conocían
la enfermedad no la identificaban.
Por esa razón no fue detectada
durante un tiempo.
Pero, contrario a la opinión pública
de alguno de esos días,
una vez detectado el virus,
hubo un rápido aumento en el apoyo.
MSF rápidamente instaló un centro de
tratamiento en el área.
La Organización Mundial de la Salud
y sus socios enviaron
miles de personas
en los siguientes dos meses
para poder ayudar a rastrear el virus.
El problema, damas y caballeros, es
que para entonces este virus, conocido
como Ébola, se había propagado demasiado.
Ya había superado lo que era una
de las más grandes respuestas
jamás organizada
contra un brote de Ébola.
A mediados de año,
no solo Guinea sino que ahora también
Sierra Leona y Liberia estaban infectados.
El virus se propagaba geográficamente,
los números estaban aumentando.
Y en este momento,
no sólo había miles de personas
infectadas y muriendo de la enfermedad;
sino que, igual de importante,
las personas que habían ido
a intentar ayudar,
los trabajadores de la salud
y el personal de auxilio
también estaban enfermos
y muriendo por docenas.
Los presidentes de estos países
reconocieron las emergencias.
Se reunieron justo en ese tiempo,
acordaron una acción común y armaron
un centro de operación conjunta
de emergencia en Conakri
para trabajar juntos y
acabar esta enfermedad,
para implementar las estrategias
de las que hablamos.
Pero lo que sucedió luego fue algo
que no habíamos visto antes con el Ébola.
Lo que sucedió luego fue que el virus,
o alguien infectado con el virus,
abordó un avión,
voló a otro país,
y por primera vez,
vimos aparecer de nuevo el virus,
en un país distante.
Esta vez fue en Nigeria,
en la rebosante metrópolis de Lagos,
21 millones de personas.
Ahora el virus estaba en ese ambiente.
Y como era de esperar, hubo alarma
internacional, preocupación internacional,
a una escala que no se había
en años recientes,
causada por una enfermedad como esta.
La Organización Mundial de la Salud de
inmediato convocó a un panel de expertos,
observó la situación y
declaró emergencia internacional.
Y al hacerlo, la expectativa sería
que habría un enorme flujo
de asistencia internacional
para ayudar a estos países que estaban
en un gran problema y preocupación,
pero lo que vimos fue algo
muy diferente.
Hubo algunas excelentes respuestas.
Un número de países llegaron a asistir
- varias ONGs y otros, como ustedes saben-
pero al mismo tiempo,
sucedió lo contrario en varios lugares.
La alarma se intensificó y muy pronto
estos países se encontraron
sin recibir el apoyo que necesitaban,
y cada vez más aislados.
Lo que vimos fueron aerolíneas comerciales
que empezaron a volar a estos países
y a personas que ni siquiera habían
sido expuestas al virus,
ya no se les permitía viajar.
Esto no solamente causó problemas,
obviamente, a los mismos países
sino también al personal de auxilio.
Esas organizaciones que estaban
intentando traer personas
para intentar ayudarlos
a reaccionar ante el brote,
no podían hacerlas
abordar un avión.
No conseguían ingresarlos a los países
para poder responder.
En esa situación, damas y caballeros,
un virus como el Ébola toma ventaja.
Y lo que vimos luego, fue algo que
tampoco habíamos visto antes:
Este virus no solamente
continuaba en los lugares
que ya habían sido infectados,
pero luego empezaba a intensificarse
y vimos los números de casos,
que ustedes ven aquí.
Algo que nunca habíamos visto antes
en tal magnitud,
un crecimiento exponencial de los
casos de Ébola,
no solamente en estos países o
en las áreas ya infectadas de estos países
sino que también se propagaba
aún más en estos países.
Damas y caballeros,
una de las más preocupantes emergencias
internacionales en salud pública,
que hemos visto.
Y lo que sucedió en estos países después,
muchos de ustedes lo vieron también
en la televisión o en el periódico,
vimos que el sistema de salud empezó a
colapsar bajo el peso de esta epidemia.
Vimos que las escuelas empezaron a cerrar,
los mercados no funcionaban como
deberían en estos países.
Vimos que la información y percepciones
erróneas empezaban a difundirse
incluso más rápido entre las comunidades,
las cuales se alarmaban más
por la situación.
Empezaron a alejarse
de esas personas que llegaron en
trajes espaciales, como ellos los llaman,
que habían llegado a ayudarlos.
Luego, la situación se deterioró aún más:
los países tuvieron que declarar
estado de emergencia.
Muchos necesitaban cuarentena en algunas
áreas, luego los disturbios estallaron.
Era una situación muy, muy aterradora.
Y en el mundo, muchas personas
empezaron a preguntar:
"¿Podemos detener el Ébola
cuando empieza a propagarse así?"
Y empezaron a preguntar: " ¿Qué tan bien
realmente conocemos este virus?"
La realidad es que no conocemos
el Ébola extremadamente bien.
Es una enfermedad relativamente moderna,
en términos de lo que sabemos de ella.
Hemos conocido esta enfermedad
solo por 40 años,
desde que apareció por primera vez
en África Central en 1976.
Pero a pesar de ello, no sabemos
muchas cosas.
Sabemos que este virus probablemente
sobrevive en un murciélago.
Sabemos que probablemente
infecta a la población humana
cuando tenemos contacto
con un animal salvaje
que ha sido infectado por el virus.
Luego, sabemos que el virus
se contagia de persona a persona,
a través de fluidos corporales
contaminados.
Y como todos han visto,
sabemos la horrorosa enfermedad
que luego causa, en humanos.
Vemos que esta enfermedad causa:
fiebres severas, diarreas, vómitos
y luego ,desafortunadamente, un 70% de
los casos o más, terminan en muerte.
Esta es una enfermedad muy peligrosa,
debilitante y mortal.
Pero a pesar que no hemos conocido la
enfermedad por un largo tiempo,
y no sabemos todo sobre ella,
sí sabemos cómo detenerla.
Hay cuatro cosas que son cruciales
para detener el Ébola.
Ante todo, las comunidades tienen
que entender esta enfermedad,
tienen que entender cómo se propaga
y cómo detenerla.
Luego, debemos poder tener sistemas
que puedan encontrar cada uno de
los casos y cada contacto de esos casos,
y rastrear la cadena de
transmisión para detenerla.
Debemos tener centros
de tratamiento especializados,
donde los trabajadores
puedan ser protegidos
en su intento de proporcionar apoyo,
a las personas infectadas,
para que puedan sobrevivir
a la enfermedad
y luego, para aquellos que mueran
debemos asegurarles que habrá un seguro
pero al mismo tiempo digno entierro.
De manera que no haya
propagación.
Así que sí sabemos cómo detener el Ébola.
Estas estrategias funcionan,
damas y caballeros.
El virus fue detenido en Nigeria,
gracias a estas cuatro fases,
y las personas
que las implementaron, obviamente.
Se detuvo en Senegal,
donde se había propagado,
y también en otros países
que fueron afectos por este virus
en este brote.
Así que no hay duda que estas
estrategias realmente funcionan.
La gran pregunta, damas y caballeros,
era si estas estrategias podían funcionar
en esta escala, en esta situación,
con tantos países afectados, con
el crecimiento exponencial que vieron.
Esa era la gran pregunta a la que nos
enfrentábamos hace dos o tres meses.
Hoy sabemos la respuesta
a esa pregunta.
Sabemos esa respuesta por el trabajo
extraordinario
de un increíble grupo de ONGs,
de gobiernos, líderes locales,
agencias de la ONU, muchas organizaciones
humanitarias y de otros tipos;
que llegaron y se unieron a la lucha por
detener el Ébola en el Oeste de África.
Pero lo que debía hacerse allí,
era ligeramente diferente.
Estos países tomaron esas estrategias
que acabo de mostrarles,
las comunidades, su compromiso,
el rastreo de casos y contactos etc.
y lo cambiaron completamente.
Había tanta enfermedad,
que ellos lo abordaron diferente.
Lo que decidieron hacer fue:
primero, intentarían
y desacelerarían la epidemia
al construir rápidamente
todas las camas posibles
en centros de tratamiento especializados;
para que pudieran evitar la propagación
de la enfermedad de aquellos infectados.
Ellos rápidamente construirían
muchos equipos de entierro
para tratar a los
difuntos sin riesgo,
y con eso ellos intentarían atrasar
este brote para ver
si entonces, podría ser
controlado.
Utilizando el clásico enfoque de
encuentro de casos y rastreo de contactos.
Cuando fui al Oeste de África hace tres
meses, cuando estuve allí,
lo que vi fue extraordinario.
Vi presidentes
abriendo centros de operación de
emergencia ellos mismos, contra el Ébola.
Para poder coordinar,
monitorear e impulsar personalmente
la ola de apoyo internacional e intentar
detener la enfermedad.
Vimos militares,
de esos países y de muy lejos,
llegando para ayudar a construir
centros de tratamiento
que pudieran ser utilizados para aislar
aquellos que estaban enfermos.
Vimos el Movimiento de la Cruz Roja
trabajar con sus agencias asociadas
sobre el terreno
ayudando a capacitar a la comunidad para
que pudieran enterrar a sus difuntos
de una forma digna, ellos mismos.
Vimos agencias de la ONU,
Programa Mundial de Alimentos,
construir un gran puente aéreo
que llevara personal de auxilio
a cada esquina
de estos países rápidamente,
para poder implementar las estrategias
de las que acabamos de hablar.
Lo que vimos, damas y caballeros, que
es probablemente más impresionante,
fue el increíble trabajo
de los gobiernos,
de los líderes en estos países
con las comunidades,
intentando asegurarse que
entendían la enfermedad,
entendían las cosas extraordinarias que
tendrían que hacer para detener el Ébola.
Y como resultado, damas y caballeros,
vimos algo que no sabíamos
hace sólo dos o tres meses:
si sería o no posible.
Lo que vimos fue
lo que ven ahora en esta gráfica, cuando
hicimos el balance el 1 de Diciembre.
Lo que vimos fue que podíamos
torcer la curva, por así decirlo,
cambiar este crecimiento exponencial
y traer un poco de esperanza a
la capacidad de controlar este brote.
Por esta razón, damas y caballeros,
no hay absolutamente ninguna duda ahora
de que podemos alcanzar este brote en el
Oeste de África y podemos vencer el Ébola.
La gran pregunta, sin embargo,
que muchas personas se hacen
incluso cuando vieron esta curva es:
" Bien, esperen un minuto,es
excelente que puedan aminorarlo
¿pero pueden realmente
reducirlo a cero?"
Ya hemos contestado esa pregunta
antes, al inicio de esta charla,
cuando hablé del Condado de
Lofa en Liberia.
Les contamos la historia de cómo
el Condado de Lofa llegó a una situación
en donde no habían visto el Ébola
durante 8 semanas.
Pero hay historias similares
de los otros países también.
De Guéckédou en Guinea,
el área donde se diagnosticó
el primer caso.
Hemos visto muy pocos casos
en el último par de meses
y aquí en Kenema, en Sierra Leona
-otra área en el epicentro -
no hemos visto el virus por más
de dos meses.
Es muy temprano para declarar
victoria, obviamente.
Pero la evidencia
damas y caballeros,
el personal de auxilio no solo puede
alcanzar esta enfermedad
sino puede reducir esta
enfermedad a cero.
El reto ahora, por supuesto,
es hacerlo en la escala que se necesita
en estos tres países
y ese es un enorme reto.
Porque cuando has estado en algo
por tanto tiempo, en esta escala,
otras dos grandes amenazas
vienen a unirse al virus.
La primera de ellas es la complacencia,
el riesgo mientras que esta curva
empieza a doblarse,
los medios mira hacia otro lugar,
el mundo mira hacia otro punto.
La Complacencia es un riesgo.
El otro riesgo es que cuando
se trabaja tan duro por tanto tiempo,
durmiendo tan pocas horas
durante meses,
las personas empiezan
a cansarse y fatigarse;
y estos nuevos riesgos empiezan a
afectar la respuesta.
Damas y caballeros, puedo decirles hoy
que acabo de llegar del Oeste de África.
Las personas de estos países,
los líderes de estos países
no son complacientes.
Ellos quieren llevar el Ébola a cero
en sus países.
Y estas personas sí están cansadas,
pero no están fatigadas.
Ellos tienen energía, tienen valor,
ellos tienen la fuerza para lograr
que esto termine.
Lo que necesitan, damas
y caballeros, en este punto
es que el constante apoyo de la
comunidad internacional
permanezca con ellos, apoyándolos,
y traer incluso más apoyo en este momento,
para terminar el trabajo.
Porque acabar con el Ébola ahora mismo
significa
cambiar la jugada
y empezar a cazar el virus.
Recuerden, este virus, toda esta crisis,
más bien, inició con un caso
y va a terminar con un caso.
Pero solo terminará si en esos países
tienen suficientes epidemiólogos,
suficientes trabajadores de la salud,
personal logístico y otras personas
para poder encontrar cada uno de esos
casos, rastrear sus contactos
y asegurarse de que esta enfermedad
se detenga de una vez por todas.
Yo, que acabo de volver,
puedo decirles
ellos no están complacientes,
ellos no están fatigados
y ellos terminarán el trabajo,
si tienen el apoyo que necesitan.
Damas y Caballeros,
saben la historia del Ébola,
acabamos de contarles la historia
del Ébola, el Ébola puede ser vencido.
Ahora, necesitamos que
compartan esta historia
y se la cuenten a personas que escucharán
y eduquen sobre lo que significa
vencer el Ébola.
Aún más importante, necesitamos
que nos promuevan con las personas
que nos pueden ayudar a traer recursos
que necesitamos para estos países,
para vencer esta enfermedad.
Damas y caballeros,
hay muchas personas allá afuera
que sobrevivirán y crecerán bien,
en parte por lo que ustedes hicieron
para ayudarnos a vencer el Ébola.
Gracias.
[Aplausos]