El Arte
...en cuestión
Un hombre
Una mujer
Una cortina de vegetación frondosa.
Un cuadro de Manet.
A primera vista, se trata de una versión citadina de Adán y Eva...
...o de un coqueteo en el bosque.
Pero ¡"todo esto" parece falso!
En lugar de expresar una atracción, la pareja parece pasmada.
En lugar del paraíso terrenal o de la naturaleza, se ven plantas en macetas, en un apartamento parisino.
Hasta el cuadro parece a veces ser sólo un esbozo...
Manet parece disfrutar nuestra decepción:
en lugar de hacernos soñar con una imagen erótica muy pulida, ...
...nos entrega una pareja de casados...
..."al borde de un ataque de nervios".
Pero entonces, para Manet, ¿qué tanto interés hay en los estados de ánimo de esta pareja de parisinos?
Episodio 2. MANET: En el Invernadero
"De la mirada de la mujer a la pintura moderna"
*Parte1:
Delirios masculinos*
Este cuadro es ante todo la historia de una oposición implacable.
Al frente, la mujer, bella, deseable, a la última moda.
Con corsé gris y vestido plisado,
se asemeja a una sirena o a una acamaya en su caparazón.
Gracias a la rejilla de la banca, está protegida de la "selva" de apartamento...
...y del sátiro urbano que la selva cobija.
A este hombre, Manet lo hizo todo para que parezca sometido, accesorio e inofensivo.
León en su jaula,
encorvado debajo del borde del cuadro,
implora la atención de una mujer esfinge.
El habano apenas incandescente se ve muy frágil y avergonzado...
comparado con la sombrilla
...¡es la desbandada!
Único consuelo, única esperanza en el centro del cuadro
a medio camino entre los dos mundos:
una mano izquierda sin guante, que trata de acercársele tímidamente.
A esto se añade otra dinámica que va de izquierda a derecha.
Del lado femenino: flores, follajes delicados, colores acidulados.
Del lado masculino: tonos más oscuros, hojas anchas y explosivas.
La vasija de porcelana imita a la mujer: ¡azul, blanco, rosa!
Pegada a ella, la vasija de barro, firmada Manet, representa al hombre.
Este ramo expresa el magnetismo del deseo:
esas flores rosas recuerdan la tez y los labios;
los lirios prolongan la mirada;
Las dos rosas rojas evocan la pasión.
Sobre fondo vegetal, hasta la misma mano se vuelve flor.
La mujer no es ajena a esos fenómenos:
por el atuendo y el maquillaje, imita a la naturaleza con el fin de exacerbar sus encantos.
Pero, más que nada, es el deseo masculino frustrado
que presta a las flores, a las curvas y a la mano,
el poder erótico de una mujer entera...
*Parte 2:
Una nueva visión de la mujer*
Un siglo antes de Manet,
Fragonard idealiza el encuentro entre amantes aristócratas en la naturaleza.
Como en *el Invernadero*, la mujer está del lado de las rosas,...
...y el hombre del lado del bosque.
Pero el pequeño muro que los separa está hecho para ser traspasado:
abrazos apasionados en perspectiva...
Para Manet el citadino, "todo esto ya se acabó": ...
...París y sus alrededores, ¡"es allí donde todo sucede"!
A través del retrato de los señores Guillemet, comerciantes de artículos de moda,
Manet se interesa en las nuevas relaciones hombre-mujer en la ciudad.
El matrimonio se ha convertido a menudo en una fachada, en particular dentro de la familia Manet.
Aquí, la rigidez del padre refleja la sífilis,
enfermedad sexualmente trasmisible de la cual morírá también el pintor.
La naturaleza no está idealizada.
A diferencia de esta banca pintada por Monet,
Manet elimina la perspectiva, oculta el horizonte.
La imagen de la mujer cambia.
Con Courbet, ellas son seres incompletos que juegan con animales
mientrás esperan a ¡un hombre, uno auténtico!"
Con Manet, existen por sí mismas.
Ellas son las que mantienen sometidos a los animales.
Y cuando aparece un hombre, muy a menudo él está al margen, olvidado...
Cuando las mujeres están recortadas,
son pedazos de piernas, de brazos con los cuales debe satisfacerse "el macho" mantenido a distancia.
Por lo tanto, la señora Guillemet es de esas mujeres que le interesan a Manet:
posee la independencia y la resolución interior
que le confiere su estatuto de "empresaria de la moda".
*Parte 3. De las mujeres a la pintura moderna*
A través de las mujeres, Manet inventa un arte nuevo
que juega con las aspiraciones y deseos del espectador.
En los cuadros *En Bateau* y Nana, nos quedamos fuera de la escena,
pero la mirada del hombre señala que somos unos intrusos...
...y el guiño de la comediante nos indica que él es el elegido del momento.
*En el Invernadero * y * el Bar en las Folies Bergères*, ...
el espectador se vuelca en el cuadro como en un espejo:
La señora Guillemet nos ignora tanto como a su marido.
Por lo tanto, él y nosotros somos réplicas unidas en la misma fascinación.
Y en *el Bar* este hombre cuyo reflejo aparece detrás de la mujer...
... ¡somos nosotros! ...sorprendidos ¡in fraganti! en el ligue.
Ahora bien, esa desganada mirada que se nos dirige,
también es la que dirige la pintura de Manet hacia sus espectadores.
Tradicionalmente, la pintura procura hacer olvidar la superficie del lienzo modelando los cuerpos...
...y profundizando la escena.
Manet, por lo contrario, actúa del lado llano del cuadro:
reducción de la profundidad
verticales y horizontales, que recuerdan la trama del lienzo
relieves más brutales y contrastados
partes con aspecto "inconcluso"
Así su pintura impone al espectador, con más firmeza, lo que tiene que ver:
imposible deleitarse hipócritamente frente a la carne pretendiendo mirar la pincelada.
La pintura se vuelve más autónoma: sólo da lo que ella decidió ceder.
En esto, la señora Guillemet, musa de la moda, también es una alegoría de la pintura moderna.
Excita nuestros deseos, al punto de darnos ganas de estirar el dedo para tocarla,...
...pero es para regresarnos después a la superficie del lienzo.
Artificialidad asumida y superficialidad sabiamente controlada:
tal es la trampa que Manet y la señora Guillemet tienden al deseo de sus espectadores,
a la vez atraídos y rechazados.
Próximo episodio: el Nacimiento de Venus de Botticelli -¿Conoce Usted verdaderamente a esta mujer?
Más información en: www.canal-educatif.fr
Escrito y realizado por:
Producido por:
Consejero científico:
Esta película existe gracias al apoyo de mecenas (Usted¿por qué no?) y del Ministerio de la Cultura
Voz off
Montaje y videografismo :
Postproducción y grabación sonora
Selección musical
Música
Agradecimientos
Una producción CED